Llegó el gran día. Ese momento que todos hemos soñado desde hace meses. Con los nervios de lo que nos deparará esta aventura los acampados bajaban del autobús junto con sus grandes maletas. Tras sacar a algunos padres de dentro de los "maletones" de los acampados, fuimos a las habitaciones donde comenzaron las primeras miradas de complicidad.
Tras la presentación de monitores en el círculo y con los acampad@s luciendo sus mejores galas bañísticas, fuimos a la ansiada piscina.
El primer chapuzón del verano trajo consigo los primeros juegos ante el calor de Calpe.
Con los grupos de actividades deportivas creados fuimos a la playa a disfrutar de ocho juegos de cohesión de grupo. La visita de unos vaqueros paparazzis, unas frutas muy movidas, unos buscadores del tesoro, los ingeniosos arquitectos, constructores de catapultas... Varios fueron los juegos que sirvieron para conocer a los compañeros de grupo ante la atenta mirada de la luna.
Al llegar al campamento, una ducha y a la cama.
El día ha sido una montaña rusa de emociones donde los nervios se fueron disipando poco a poco esperando un nuevo día.
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